Del anagrama#651 al biciclo-651 La coyuntura de la bicicleta perfecta para nuestros tiempos

mayo 7, 2023 Off By admin

“Se ha reiterado que la visión por anatomía, es frontal y además, con la idea subyacente de que todo lo que se mira o ve, se encuentra en un tiempo futuro, en un acontecer que vendrá, que llegará inexorablemente. Nuestra mirada nos impele a un devenir obligatorio. Pero qué es esa posible y tentativa construcción, imaginaria por lo demás, de lo que viene, de lo está llegando y de sus posibles consecuencias, si no, una hermosa construcción del lenguaje que se yergue sobre los recuerdos de experiencias pasadas, conocimientos oscuros y luminosos, también adquiridos en el pasado. La mirada del futuro camaradas, es el pasado asfixiado que se escapa de nuestra visión cotidiana, es algo que está fuera del hoy y el ahora, para llevarnos al terreno de nuestras ansiedades colectivas, que necesitan ser urgentemente apaciguadas, por las palabras, los escritos y los sermones, y que aún en el peor de los casos, cuando esa visión del futuro es la más mala de las malas, nos deja en un estado de tranquilidad, en un estado de gracia, nos deja caminando sobre una delgada línea de tiza roja que apenas está insinuada sobre la arena.”
Se dice, se cuenta que alguien lo dijo, de que esto lo pronunció al menos 3 veces. Que fue transcrito de forma idéntica, por dos ciclarios sin conexión directa, pues la participación de uno terminó muchos ciclos solares antes de que comenzara la del otro. Esto lo habría dicho el Ciclario Capellán, el encargado del núcleo ejeYpedal, a cargo de la elaboración de los famosos anagramas de coyuntura. Esto era una deriva de lo que siglos antes se había conocido como análisis de coyuntura, pero que los ciclarios los desarrollaban de una forma tridimensional (término puesto desde fuera del Mundo Ciclario siglos después). Esto es, en primer lugar con música (esto se ha interpretado como una introducción, pero muchos analistas de hoy dicen que no lo es), en segundo lugar con comida cocinada de la forma más compleja y exquisita, que a modo de cena se ofrendaba antes de la lectura del TEXTO de “a-coyuntura”, que era el punto final al anagrama de tal o cual “coyuntura”. Como es de imaginar, esta metodología tuvo algunos detractores que expresaron críticas epistemológicas, pero casi todas fueron descartadas, por ser consideradas críticas culinarias.

El anagrama de coyuntura trataba de “digerir” el clima político de una sociedad que se aferraba a la idea y espíritu del Estado Nación. En realidad en aquella época tan lejana, eran solo ciertos sectores que se aferraban a ese mantra sociocultural. Y qué paradoja que aquellos sectores que ya veían su descomposición inevitable, eran los que desplegaban más actividad política para su permanencia, para el resto!! de la sociedad, el Estado Nación era algo semitransparente, un smog de día hábil, el único aire posible de respirar por entre los barrotes de una jaula. Los detalles y características de aquella lejana época histórica son poco conocidos, pero lo que sí ha quedado guardado en la GranPiedra de los Ciclarios, son aquellos “anagramas de coyuntura”.
En realidad, solo ha quedado parte de los anagramas. El registro de la música y el texto están por completo, pero de las ovíparas cenas, solo quedan -y esto solo en algunos de los anagramas desclasificados- las cartas y menús de los platos transcritos, de formato anexo al TEXTO. Por ejemplo, en el Anagrama#37 reza: “y del cielo caían gotas rojas, lluvia sucia de polvo de estrellas, y entonces vendrá el frío que limpiará la calima (8)” y en la carta del menú de aquella cena dice “8- plato hondo y pequeño, repleto de porotos con riendas”. O en el Anagrama#39 por ejemplo dice “No es otoño, es verano, es el tiempo de las hojas marchitas, de las hojas hechas pasas. Esto traerá la Paz (11)” y en la carta menú dice “11- dátiles y castañas macerados en miel de caña, en medio de un mar de yougurt de leche de cabra”. De los anagramas que estaban completos, se intentó decodificar la situación política y histórica de tal o cual “cuyuntura”. También se ha tratado de determinar la composición de los ciclarios pertenecientes al núcleo ejeYpedal, en tal o cual anagrama. Ambos intentos han tenido un éxito muy limitado, los e-historaidores solo han logrado determinar «todos» los posibles significados históricos de un solo anagrama, el denominado anagra#651, y esto gracias a que los ciclarios «redactores» del anagrama, les gustaba aconsejar el uso de un determinado modelo de bicicleta para cada “coyuntura”. Esta es la razón y el origen del nombre de la bicicleta más popular hasta nuestros tiempos, la biciclo-651, también conocida como “la péndulo”. Sobra explicar, y sobra comentar acerca de este modelo. Cualquier ciudadano de nuestro tiempo entiende perfectamente las características de aquella lejana coyuntura, con solo pedalear sobre un biciclo-651. Un experiencia alucinante, si se logran recorrer 156 Km sin parar y en una sola jornada.
Veamos algunas características de la 651. Los dos ejes están más cercanos que cualquier otro modelo que se haya aconsejado por el núcleo de ciclarios. De aquí que se le llame el modelo péndulo flojo. Su oscilación es decreciente, en camino definitivo al reposo. Esto tenía que ver con la visión del flujo y reflujo, no con el mecanismo y el giro de los ejes al avanzar. Era un nuevo principio, que articulaba el sentido y motivo, el por qué de los anagramas de coyuntura. El péndulo de oscilación decreciente, solo adquiría su real sentido bajo el horizonte utópico de los ciclarios: salvar la Tierra y superar la Cultura de la Violencia. De esta forma, cada parte del modelo del biciclo, rememora principios políticos útiles en aquel horizonte. El texto de aquel anagrama era extremadamente corto (como el viaje de ida y vuelta del péndulo imaginario): “El Sol seguirá ahí por milenios y milenios, este es el verdadero texto, el péndula ahora va, mañana temprano ya vendrá, son las 21:30 PM, Resiste las tentaciones, rechaza el pecado conceptual, aléjate de fariseos y falsas opciones, rechaza, anula el cansancio en cada giro del eje, el péndulo ya vendrá, vendrá para traer la verdadera Paz”. El biciclo-651 sigue rodando siglos después, por estas que son nuestras verdaderas ciclovías, y como se suele decir hoy: si no vas en una 651, mejor camina, camina y camina, verás ese Mundo y ese Horizonte, esa visión histórica, ese instante coyuntural que inspiró al núcleo y al resto de ciclarios.